Mentoring: Un viaje al interior de uno mismo

De niños reíamos, amábamos, soñábamos, sentíamos y confiábamos. A medida que fuimos creciendo, empezamos a mostrar rostros temerosos o prepotentes, mustios, desconfiados. ¿Qué nos sucedió? Perdimos el contacto con nosotros mismos y nos fuimos llenando de máscaras. Nuestra identidad se difuminó paulatinamente.

Las fuerzas que provocaron esta desconexión son los constructos de la cultura. Unos provienen de nuestra identidad adquirida y otros de la heredada. Estos últimos son peligrosos por invisibles. De ahí aquí que un Mentor deconstruye lo que la cultura y la historia personal marcó en el Mentee, con el objetivo de lograr una mirada nueva y clara donde su mapa mental sea más amplio y funcional para vivir.

Al deconstruir, el Mentee deja de repetir por inconsciencia actos que erosionan su integridad, su legitimidad, su independencia y autonomía, así como su libertad y derecho a sentirse pleno, potenciado y armónico con la vida. La persona que deja de sentirse culpable, se hace responsable y esto la libera. Queda entonces en ella la energía disponible para actuar en coherencia consigo misma y con su proyecto de vida. Empieza a diferenciar entre sumisión, aplacamiento y respeto de sus límites frente al otro. De ahí que en Mentoring decimos: “del entendimiento, las soluciones”.

Al tener un conocimiento profundo de uno mismo, de nuestro entorno y de nuestra historia personal; podemos tomar decisiones acertadas y asertivas en lo relacional, profesional, como en nuestro proyecto de vida; incluso en nuestro aspecto físico y de trascendencia. Podemos volver a conectar con nuestro ser más profundo, recobrar la confianza en nuestra creatividad, poder y fortaleza evolutiva con el fin de vivir en plenitud.

Mentoring es un viaje al interior de uno mismo, es una ruta de navegación en busca de coordenadas. Este viaje es un periplo metafórico donde la brújula es la deconstrucción nos permite discernir en todo momento donde está el norte de nuestro deseo más profundo. Los tres puertos que visitamos indican los niveles fundamentales que trabajamos: identidad heredada, adquirida y soñada.

Con el devenir cultural, observamos que toda experiencia humana, evoluciona y llega hasta nosotros con sus propias leyes, principios y deseos, búsquedas y encuentros en torno a nuestra percepción del mundo, nuestra forma de vivir y a nosotros mismos. Y, Mentoring no es la excepción, por lo que al trabajar con un sentido de profundidad y alcance para lograr cambios estructurales en el Mentee, es indispensable contar con una experticia, herramientas y manejo de conocimientos especializados.

Todo constructor sabe que requiere realizar una excavación profunda, acorde con la altura y elevación de los pisos que desea edificar, si pretende que su obra no se venga abajo en el primer cambio de condiciones. Un jardinero conoce que una planta requiere de un macetero, un Mentor para lograr una metamorfosis en el Mentee requiere entrar en el inconsciente, en lo transgeneracional y en lo que el cuerpo denuncia con el fin de que la estructura de base quede bien enraizada.

El Mentor entra con su saber y arte, como la luz que entra en la caverna de Platón para alumbrar esas sombras que son pálidos reflejos de una realidad mayor, una realidad más amplificada de lo que está logrando ver en este momento, es decir que remonta las aguas de lo vivido hasta el presente.

Mentoring combina las siguientes herramientas: Genograma, Psicografismo, Psicografia espacial, eneagrama y lenguaje de órganos. Además, utiliza distintas disciplinas como la psicología, la filosofía, antropología, historia, arte, management, para remontar las aguas de lo vivido hasta el presente, contemplando incluso la transgeneracional como base para un análisis integral del ser humano.

 

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