Testimonios

de Mentoring de vida

Carlos R.

Lo que más me llama la atención del aprendizaje que estoy haciendo en Mentoring, es como se van acomodando las piezas en mi cabeza. Desde que volví de Córdoba, siento que progresé, pero no en la medida del potencial que tengo, ni de mis aspiraciones. Si mis conversaciones internas fueran parte de una historieta, el diálogo sería algo así:

  • Cerebro: Bueno, cortémosla acá, te estás hundiendo.
  • Carlos: Tenés razón, pero ¿qué hacemos ahora?
  • Cerebro: Y, no sé, vamo’ a meterle para adelante.
  • Carlos: “Para adelante” ¿así a secas?
  • Cerebro: Si, borrón y cuenta nueva. Seguí con la carrera, pagá tus cuentas y no mientas más.
  • Carlos: Y bueno, vamo’.

Pensé que iba a ser así de fácil, pero con el tiempo se me fueron complicando las cosas, como si tuviera un elefante metido en la mochila. Todo lo que hice, lo hice con la inercia del envión de “hacer las cosas bien”. Pero esa mochila no me deja frenar la carrera, y me llevo todo puesto, a los tumbos. Resuelvo cosas, a veces a medias, a veces bien, a veces muy bien, y otras veces no las resuelvo. Altibajos, irregularidad, extremos… son palabras que se me ocurren para describir mi rendimiento. En la facultad puedo sacar un 10 con la misma facilidad que puedo reprobar un final por no haber estudiado conscientemente. Cuando tengo que afrontar situaciones que amenacen mi orgullo, generalmente tomo dos caminos: me hago cargo (el 10) o me disperso (el final reprobado). Como síntesis del “antes” puedo decir que estuve tratando de resolver las cosas de una sola manera, sin analizar otras opciones, haciendo borrón y cuenta nueva.

Desde que empecé Mentoring, mis ideas fueron cambiando, sé que hay otra manera de afrontar la vida y mis problemas, hay otra perspectiva. Tengo que vaciar esa mochila y volver a poner sólo lo que me sirve. Ser más “estratega”, discernir entre lo útil y lo descartable, entre lo principal y lo secundario. No es cuestión de meterle para adelante como un caballo de carreta. Recuperé la relación con mi viejo, con todas las fisuras que se hicieron en estos años, pero ya no es un tema bloqueado en mi cabeza. Mi orgullo y mi fidelidad hacia mi mamá nunca me permitieron perdonarlo, pero no puedo engañar a nadie, me hace muy feliz cada vez que me llama, lo necesitaba mucho. No fue el roble debajo del cual necesité cobijarme en mis momentos de crisis, ni sé qué tipo de persona volví a incluir en mi vida, pero eso se verá. Por el momento puedo decir que me hizo muy bien retomar la relación.

Corrientes – Argentina, Carlos R.
17 de septiembre de 2013
María S.

Mi testimonio empieza por el final, lo que quiere decir que, tras haber leído el libro que me recomendaste descubrí una mágica palabra que creo sintetiza y describe mi estado de “felicidad”. Lo que más feliz me haría, sería alcanzar la ataraxia – apuntar a la tranquilidad para poder descubrir qué me hace verdaderamente feliz. Vivo breves momentos de felicidad intensa: Conectarme con la música. Abrazar a mis nietos, escucharlos, admirar su belleza. Disponer de tiempo para leer y descubrir que logré desconectarme de mi vida complicada, de mis problemas. Escuchar a mis hijos sin interrumpirlos. Viajar, conducir, observar cada imagen, el paisaje y sus detalles…descubrir cuando la música se ensambla y encaja perfecta con las imágenes que recorro. Programar un viaje de visita a mis padres, elegirles regalos, llegar, abrazarlos, estar con ellos. Una charla prolongada y distendida con amigos con una copa de vino,… Todas cosas simples, algunas poco frecuentes.

También me hace feliz mi trabajo, mis logros, el placer de la obra realizada y que resultó tal cual la idea generadora, entender e interpretar las necesidades de mis comitentes y verlos disfrutar la materialización de su continente. Si bien desde pequeña quise viajar específicamente a Italia, nunca logré concentrarme seriamente en planificar ese viaje, cada vez que tomaba el tema, lo primero que aparecían eran las complicaciones, todavía está pendiente, sé que lo disfrutaría, posiblemente sea una de las cosas que engorde la lista de deseos. Sé que no llegué a los 20 deseos, pero sí sé que estoy transitando el camino hacia la libertad que es el único deseo que me dá fuerzas para seguir en la búsqueda de las herramientas para lograrlo.

Resistencia, Chaco – Argentina, María S.
02 de octubre de 2013
Francis K.

Durante este mes he sido invitada a participar como cliente en el proceso de trabajo e investigación del equipo de mentores dedicados a guiar y enseñar a las personas a tomar la “riendas de su vida” y a que cada quien aprenda a ser su propia empresa en todos y cada uno de los aspectos que nuestro camino comprende. Liderada por Marianela Ruiz mentora, empresaria y más allá de la infinidad de títulos que su formación comprende y deja entrever con su apoyo permanente, conocer su calidez, generosidad, solidez y sostenimiento es un ejemplo de ” aquellas personas con vocación del que uno quiere sentirse influenciado”. La dinámica que se desarrolló durante 4 sesiones fue muy puntual haciendo foco en el aquí y ahora sobre el tema que me urgía trabajar para seguir adelante en el logro de mis objetivos más cercanos. Destaco el manejo y la capacidad de síntesis en el logro de sus objetivos como equipo de trabajo, que yo entendí, apuntaban a lograr que yo me lleve herramientas reales y empoderamiento sobre el tema que elegí tratar.

Siento que fue un gran regalo, que me han provisto de entusiasmo, me permitieron ampliar mi capacidad de observación en situaciones límites, hoy cuento con mayor seguridad y lo más importante: me llevo puesto que la clave es tener confianza en sortear la vida desde mi propio eje y autenticidad! La imagen que este maravilloso equipo de mentores ha dejado en mi es la de una roca sólida cuya forma orgánica es la que se adapta a mis necesidades y cuyos matices de color representan las distintas energías por que debo transitar de acuerdo a las circunstancias. Este equipo fue para mí la estructura, los límites, y la representación del sostenimiento familiar que no he tenido. Luego de esta experiencia, entiendo todo lo que el Mentoring me puede aportar con un trabajo continuo.

Francis K.
Roberto G.

Mentoring me dio conexión, autenticidad, claridad y discernimiento. En relación conmigo mismo una notoria mejora en cada uno de los 4 apartados, que me permiten más libertad. Hoy no oculto y expreso claramente lo que siento. Escucho sin sentir que se me agrede cuando hay una apreciación crítica contra mí. Antes no tenía mayor conocimiento de mi madre, padre o mis hermano, hoy lo tengo de cada uno de ellos y los veo con más imparcialidad en mis apreciaciones respecto de la imagen de los mismos, sin resentimiento y rencores por viejas disputas y especialmente al aceptarles sin reproches y menos sin tratar de imponer “Lo mío”.

En mi relación de pareja, observo que hoy logro el blanqueo situaciones y tengo mayor comprensión y unión por la sensación de libertad interior. Incluso puedo hablar de temas económicos que antes no podía hacerlo. Mentoring me ayudó a tener mayor equilibrio, serenidad y autenticidad. La verdad, siento mejoría notable en las 3, pero igualmente me falta en serenidad en ese tópico adolezco de la fuerza que hay en los otros y por lo mismo el mensaje que transmito no llega como quiero o como debería ser por esa de pronto subida de revoluciones.

En mi relación con el dinero, ordené con fundamento en todo lo anterior, que no debe darme pena cobrarle a mi cliente-pareja. Este es un tema en el que adquirí seguridad. Por otra parte veo que en mi autovaloración soy más sincero. No me cuesta reconocer mis debilidades y apreciar mis fortalezas. Finalmente en relación al merecimiento creo que todo lo anterior ha influido positivamente para quererme y consentirme un poco más que antes y de la misma manera hacerlo con las demás personas cuando haya lugar a ello. En verdad es mucho lo que me ha dado Mentoring para mi vida. Muchas gracias por todo ello.

Roberto G.
Isabel L.

Quiero agradecer, a través de esta carta a mis mentores Ernesto y Marianela, por haberme ayudado a lograr introspección en mi vida. Considero que mi relación con mi madre pasó a ser una relación de aceptación, por tanto de amor verdadero y con mi padre, dejé de idolatrarlo, para comenzar a amarlo. Con Mentoring encontré como ser más franca en relación con mis hermanas, y estar menos atenta a las opiniones de otros.

El haber ordenado los pagos que tenía pendientes me dio mayor serenidad y capacidad de autovalorarme. Incluso mi imagen personal se enriqueció al aprender a comprarme nueva ropa, tratarme con el dentista e ir poco a poco logrando una mayor presencia efectiva. Los quiero mucho.

Isabel L.
Melisa D.

Cada sesión mi mentora me preguntaba lo mismo, la pregunta del millón pero yo siempre saliendo por la tangente, en el fondo tenía miedo, pudor en decir realmente lo que pensaba porque eso implicaba cambiar cosas que no sabía dónde me podían llevar. Todo el día estaba quejándome de lo que hacían los demás sin darme cuenta que mientras seguía quejándome la situación seguía igual.

Al final entendí que si el otro actúa de una manera, seguramente yo también soy responsable de que las cosas hayan llegado hasta aquí. Si yo quiero estar bien primero tengo que quererme más y preocuparme por mis cosas, las cosas de los demás quedan en segundo lugar. Quiero aprender de no hacer prejuicios antes de tiempo esto solo sirve para justificar lo que yo no puedo afrontar. Quiero hacerme respetar y poner límites Quiero saber contestarme el por qué quiero estar con Josep. Me doy cuenta que antes yo solo me dedicaba a mi casa, hijos y marido.

Pude prepararme para entrar a la Universidad. Hoy estoy cursando el 3er.curso de Nutrición Humana y dietética y voy a empezar las prácticas en un hospital o residencia. Yo soy capaz de irme sola al cine o a una conferencia. Este verano fui capaz, a pesar del miedo, de irme a Ecuador , yo sola y tener una experiencia maravillosa.

Barcelona – España, Melisa D.
04 de octubre de 2013
Andrea C.

Mi vida cambió desde que comencé experimentar esta enseñanza. Poco a poco recuperé mi confianza y autoestima, empoderándome de la situación que días atrás me había generado la falta total de respaldo y apoyo organizacional a un problema de reclamación a la aseguradora para la reparación total de mi vehículo. Con las nuevas herramientas que me dio Mentoring, pude desarrollar una estrategia para confrontar la situación, hacer valer ese derecho que me otorga mi posición, antigüedad y condición en la empresa y lograr que la compañía cambie a una posición de apoyo y respaldo para presentar conjuntamente una reclamación al corredor de seguro en búsqueda de un reconocimiento económico así con dejar claro un precedente.

De no ser por Mentoring yo hubiera dejado el tema ahí, con la amargura, rabia, resentimiento y pérdida de energía por mucho tiempo en mi vida. Por estas experiencias que he vivido de crecimiento y mejoramiento personal, por los testimonios leídos y especialmente por lo que Marianela me ha podido explicar detalladamente, encuentro en la escuela de Mentoring la respuesta a algo muy valioso e importante que he estado buscando toda mi vida para alcanzar mi realización y felicidad, y es poder trascender, pero ayudando, ayudando y ayudando a otras personas a ser mejores y más completos seres humanos de manera integral.

No tengo la menor duda que las poderosas herramientas de la escuela de Mentoring son el complemento ideal y necesario que Marianela, con sus condiciones personales, con ese profundo sueño, deseo y pasión de poder ayudarle a la gente a alcanzar su felicidad, necesita para trascender en la vida contribuyendo en hacer de las personas mejores seres humanos.

Andrea C.
Tamara G.

Quería darte un agradecimiento del alma porque si no hubieras intervenido con Marianela no hubiera encontrado la Paz que hoy siento en mi vida, yo pensaba que no recordando el pasado y dejándolo atrás mi vida seguía y que yo era capaz de salir adelante por mi misma sin guardar rencores sino tratando de que mi vida de adulta fuera lo contrario a mi vida de niña, pero sabes más que tener paz en mi alma tengo el recuerdo de una niñita con un corazón gigante, que tenía mucho dolor dormido pero gracias a mis dos Mentoras no se me ha quitado la imagen de la negrita riendo corriendo y sobretodo volando.

Esa imagen fue hermosísima para mi y la conservo tal cual, igualmente es impresionante como uno aun siendo consciente de que la vida de sus hijos debe cambiar ,sin darse cuenta yo me recostaba en todos los hombros que encontraba mendigando un poco de amor, una palabra linda y no la encontraba, pero hoy me siento nueva, tranquila y lo más importante feliz. Sabes ayer en la tarde me sucedió algo que me movió aún el piso cuando cantamos el Happy para Fredy y terminamos y aplaudimos sabes “me sentía tan feliz aplaudiendo” no era como todas las veces que cantaba el Happy y aplaudía solo por hacerlo como siguiendo lo que tocaba y cuando me vi por dentro yo estaba feliz aplaudiendo y riéndome, me di cuenta que así yo quisiera cantar y aplaudir, tenía solamente una barrera por dentro que no me dejaba cantar feliz y aplaudir feliz pero ayer ya no tenía esa barrera. ¿Cómo la ves?. También espero que de una u otra manera eso le hubiera ayudado a mi mamá inconscientemente. Solamente estoy un poquito preocupada porque no sé cuánto me va a costar todo esto pero de alguna manera te lo pago, no te afanes, más que el dinero me encontré a mí misma y sin darme cuenta como dice María: llamaba la atención con mi esposo y mis hijos para que me dieran un poquito de amor.

Parezco loca, bueno ya no te molesto más. Siempre pensé que más que ser muy bonita por fuera que por dentro, más que ser inteligente, eres un ángel que va rondando por el mundo dándole la mano al que lo necesite sin mirar quién es. !Gracias, gracias, gracias, un besote a mis mentoras por permitir que hoy me quiera tanto en realidad y que sea tan feliz!

Tamara G.
Oriana P.

Mentoring generó varios cambios en mi vida. De tener varios problemas no resueltos a nivel económico, hoy, en general, no tengo dificultades. Puede que todavía sea algo temerosa en gastarlo, ya que temo en no poder reponerlo. Si bien con mis amistades, temo seguir siendo un poco desconfiada, actualmente con Gente de Ruta tengo más paseos y diversiones. La última vez tuve una salida muy divertida. Fue la caza del tesoro, descubrir lugares desconocidos, por la zona de San Isidro. Mi relación con mis familiares dejó de ser conflictiva y pienso que ahora, con mis hijos es buena y con mis nietos también.

Lo que quiero dejar al mundo es algo positivo. En mi vida luche por tratar de vivir una vida plena. Me case con quien quise, es decir desobedecí a la autoridad, por no ser de mi religión y no tener dinero. Sigo trabajándome para no paralizarme, sigo haciendo cosas, y aunque hay días que extraño y estoy triste, trato de seguir adelante, esforzándome. Ahora me gusta mi casa. Cada vez creo más espacios para trabajar, concentrarme en mi casa.

Oriana P.
Mariana F.

Primeramente te cuento que estoy feliz, estoy aprendiendo mucho con ustedes, a mi marido el miércoles por la noche le hice unos sorrentinos riquísimos, ese fue el regalito que le hice. El jueves me di cuenta que realmente en el trabajo me quieren, realmente un hallazgo. No me lo creía.

Pero estoy convencida que estoy terminando una etapa en consecuencia deberíamos optar por el plan B, o sea, jubilarme y pensar en otro proyecto de vida. Empecé a leer La Tregua muy fuerte, el protagonista se está por jubilar guauuuu. Un beso enorme.

Buenos Aires – Argentina., Mariana F.
28 de junio de 2013
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